“Los fundamentales se han perdido para recuperarlos sería necesario que volviera la certidumbre económica, y la liquidez a los mercados.”
Así cerraba la carta del último mes del 2015, teniendo la esperanza de que los datos confirmaran un crecimiento al menos moderado de economía, y la racionalidad volviera al mercado, pero como apuntó Friedrich Nietzsche. “La esperanza es el peor de los males, pues prolonga el tormento del hombre”